Garantizar un buen mantenimiento del coche es esencial para cerciorarnos de que la conducción será siempre segura. Igual que no circularías con el parabrisas roto, sin los retrovisores o sin comprobar la presión de los neumáticos, debes asegurarte de que todos los componentes de tu coche incluidos los que no están a la vista se encuentran en perfectas condiciones. Nos estamos refiriendo, entre otras, al aceite del motor, el líquido de freno o el refrigerante para el coche.
Recuerda que las revisiones en el taller son imprescindibles, aunque todo conductor debería ser capaz de revisar y comprobar cuál es el estado del aceite del motor, líquido de frenos y refrigerante.
Una de las preguntas más recurrentes cuando nos ponemos a revisar el estado de nuestro vehículo es ‘¿qué aceite lleva mi coche?’. Para dar respuesta a esta pregunta lo más aconsejable es recurrir al manual de tu coche, donde podrás ver el grado de viscosidad del aceite recomendado para ese modelo. Este indicador se representa con dos cifras separadas por una W, refiriéndose la de la izquierda a la viscosidad del aceite en frío y la de la derecha al aceite en caliente.
Asimismo, debes saber que los vehículos con motores híbridos precisan de un aceite especial y de alto rendimiento, en una cantidad menor que los motores de combustión interna. Como decíamos, la mejor opción es consultar el manual pero si no lo encuentras o aún tienes algunas dudas, te aconsejamos que contactes directamente con la marca fabricante de tu vehículo.
Índice
Cuándo cambiar el aceite del coche
El aceite es al motor como la sangre a nuestro corazón, por lo que es fundamental garantizar su buena calidad. Para que esto ocurra, es necesario renovar el aceite de manera periódica (incluyendo el filtro) y la recomendación general suele ser hacerlo cada año o cada 15.000 kilómetros, en el caso de los coches nuevos, lo que suceda antes. Si, por el contrario, el coche tiene más de 15 años, este cambio de aceite deberá hacerse antes de cada 10.000 kilómetros o cada año, lo que suceda antes.
Aun así, es importante consultar con el fabricante de coche por si existen especificaciones concretas para tu modelo. El coste de este cambio de lubricante puede variar entre los 50 y 100 euros, por norma general. Esta variación depende del aceite que se vaya a utilizar, la cantidad necesaria y el taller en el que se realice el cambio.
Líquido de frenos
Vigilar de manera constante el estado del líquido de frenos es esencial, ya que de este dependerá la calidad y capacidad de frenada de nuestro vehículo. Tu seguridad dependerá en gran medida del buen estado del sistema de frenos y para ello hay que cambiar el líquido de frenos cada 2 años, aproximadamente. Para comprobar el nivel es necesario que el motor esté frío y después localizar el depósito, que habitualmente es negro con letras amarillas. El líquido deberá estar entre los marcadores de máximo y mínimo. Cuando el nivel esté por debajo del mínimo es importante acudir a un taller, ya que es posible que se hayan desgastado las pastillas de freno y haya que cambiarlas.
Cambiar líquido de frenos
El líquido de frenos debe cambiarse cada dos años para evitar que el sistema se estropee. No tener el sistema de frenos en buenas condiciones puede suponer, no solo una importante sanción económica, sino también un grave accidente. Si bien es cierto que es posible cambiar el líquido de frenos sin acudir al taller, es más que recomendable hacerlo si no posees los conocimientos y herramientas suficientes. De hecho, para este proceso es necesario disponer de un gato, gafas protectoras, guantes, jeringuillas, manguitos, llaves de cruz y fija y recipientes para manejar el líquido. El cambio de líquido de frenos cuesta unos 50-60 euros en el taller.
Líquido refrigerante para el coche
Tal como indica su nombre, el líquido refrigerante sirve para evitar un sobrecalentamiento del motor que pueda suponer posibles fallos. De hecho, un exceso de temperatura podría provocar que los pistones se fundan provocar un accidente. Pero además, el líquido refrigerante es también anticongelante, por lo que garantiza que los circuitos no revienten debido a la presión que supone tener líquido congelado en épocas de mucho frío.
Una buena calidad de este líquido, con todas sus propiedades, es fundamental y por eso es altamente recomendable revisarlo cada 20.000 kilómetros y cambiarlo cada 40.000. Puede hacerlo con tus propias manos, con el motor frío y sobre un terreno llano, y localiza el recipiente que contiene este líquido. Si el nivel está bajo, es tan sencillo como utilizar un embudo para rellenar con el líquido recomendado por el fabricante del vehículo.
Preguntas frecuentes sobre el mantenimiento del coche
Depende del modelo de coche que tengas y para saberlo es necesario consultar el manual de tu vehículo o a la marca fabricante.
Si tu coche pierde aceite es importante acudir a un taller para repararlo, ya que el aceite es necesario para el buen funcionamiento del motor. Para saber si está perdiendo aceite puedes comprobar los niveles en el depósito. Otro indicador suele ser que el líquido que se está perdiendo sea oscuro y resbaladizo.
Consulta el manual de tu coche, donde vendrá indicado cuál es el grado de viscosidad del aceite recomendado para tu modelo.
El necesario tener conocimientos suficientes y disponer del material necesario, como gafas protectoras, guantes, jeringuillas, un gato, manguitos, llaves de cruz y fija y recipientes para manejar el líquido.
El coche debe tener el motor frío y estar sobre un terreno llano. Saca la varilla de medición del depósito y comprueba si el nivel de aceite es el correcto. Si el nivel es bajo y saber qué tipo de aceite necesita tu vehículo, podrás rellenarlo sin superar el máximo. Es altamente recomendable acudir al taller para este cambio.
Por lo general los vehículos necesitan entre 5 y 8 litros de lubricante o aceite, aunque para saber exactamente cuál es la cantidad necesaria hay que consultarlo en el manual del vehículo.
El líquido anticongelante o refrigerante es aquel que protege el motor de las temperaturas extremas, ya sean altas (suponiendo una posible fundición de las piezas) o muy bajas (suponiendo una congelación).
Muy buenos profesores. Lo recomiendo sin duda