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Conducción preventiva: técnica y consejos

Para evitar accidentes y conducir con seguridad, es necesario llevar a cabo una serie de procedimientos. Todos ellos enfocados a la anticipación, para saber qué va a ocurrir y cómo actuar ante cualquier imprevisto en carretera.

Las técnicas de conducción eficiente y preventiva ayudan a tener casi siempre cualquier situación bajo control.

¿Qué es la conducción preventiva?

La conducción preventiva es aquella que requiere que el conductor se adapte a todas las circunstancias que pueden influir en la conducción: el vehículo, el entorno, los conductores (los demás y tú) y los procesos implicados en la conducción. 

Por lo tanto, este tipo de conducción eficiente y preventiva se basa, principalmente, en la anticipación.  

La conducción preventiva permite contar con tiempo suficiente para reaccionar ante la presencia de obstáculos. Debemos adaptar la velocidad del vehículo para detenerlo a tiempo.

Se basa en tres principios básicos: 

  • anticipación 
  • gestión del espacio 
  • visión

El conductor preventivo es aquel que respeta las normas de circulación, especialmente las relativas a la velocidad, al uso correcto de carriles y a las distracciones al volante.

Para llevar a cabo una buena conducción preventiva debes señalizar las maniobras para que otros conductores tengan conocimiento de ello. 

También es importante a algo tan básico como utilizar de forma correcta y ordenada cada uno de los carriles de la carretera

Y, por supuesto, implica respetar siempre los límites de velocidad y mantener la distancia de seguridad. Esta última es la que permitirá detener el vehículo a tiempo en caso de que los que le preceden reduzcan la velocidad de forma brusca.

La carretera, el clima, los conductores o el propio vehículo pueden influir de forma negativa en la conducción.

Adelantar a otro vehículo en una curva cerrada, sobrepasar la velocidad permitida los días de lluvia o circular con neumáticos desgastados, son algunas de las muchas situaciones que pueden provocar riesgos en carretera.

Para conducir de forma preventiva debes prever y anticiparte a las diferentes situaciones de riesgo que puedan suceder en carretera. A continuación, mencionamos cuáles son las principales técnicas de conducción preventiva que debes conocer para conducir seguro.

Técnicas de conducción preventiva

En primer lugar, una de las técnicas clave de la conducción preventiva es la distancia de seguridad. El conductor debe tener en cuenta que tenemos una capacidad de reacción que oscila alrededor de 3 o 4 de segundos.

Sin embargo, es igual de importante esta rapidez en la reacción que la velocidad que lleva tu vehículo. A mayor velocidad, más metros recorrerás en una frenada de emergencia, con el consiguiente riesgo de que tu vehículo pueda impactar con el de delante.

Por lo tanto, es conveniente calcular una distancia de seguridad de unos cuantos metros. De esta manera, en caso de maniobra imprevista del vehículo que va por delante, el tuyo no chocará bruscamente contra él.

Por otro lado, en la distancia de seguridad de la conducción influyen circunstancias relativas a la meteorología y al estado de la carretera.

Es de vital importancia saber como estar preparado para dichas condiciones adversas.  Por ejemplo, conducir en invierno, supone un riesgo previo, por lo tanto, debes preparar el coche adecuadamente. 

Principales técnicas que debes tener en cuenta para una conducción preventiva

A la hora de adentrarnos en la carretera, tenemos que tener en cuenta ciertos factores:

Presta atención a la carretera

El 90% de la información que recibimos al conducir nos llega al cerebro a través de la vista. Por ello, muchos accidentes podrían evitarse con una correcta visibilidad por parte del conductor.

En distancias largas, debemos intentar llegar con la mirada lo más lejos posible para poder anticiparnos a cualquier incidente que ocurra en carretera.

Cuando conducimos por ciudad, donde la velocidad es menor, debemos prestar especial atención a lo que ocurre a ambos lados del vehículo y no perder la vista delantera.

Mantén siempre la distancia de seguridad recomendada

Cualquier vehículo que circule detrás de otro debe hacerlo a una distancia que permita detener el vehículo en caso de frenazo brusco. Teniendo en cuenta la velocidad, las condiciones de frenado y la adherencia de los neumáticos.

La distancia de seguridad es una de las técnicas de conducción preventiva más conocidas.

La Dirección General de Tráfico recomienda que por cada km/h, debes establecer 0,5 metros de separación, lo que equivale a una distancia de 3 segundos. No cumplir con la distancia de seguridad en vehículos, puede provocar accidentes en carretera.

Modera la velocidad en situaciones de riesgo

En días de lluvia, niebla intensa o nieve, tenemos que prever, situaciones de riesgo que puedan poner en peligro nuestra vida o la de cualquier otro conductor.

Para reaccionar y maniobrar a tiempo ante cualquier situación imprevista es vital que la velocidad sea adecuada a la vía por la que se circula.

Mirar la predicción del tiempo antes de hacer un viaje largo por carretera, es otra manera de anticiparte a los riesgos que puedan suceder mientras conduces.

Consejos de seguridad para conducir con niebla, nieve o lluvia

Además, para que la conducción preventiva se desarrolle perfectamente, has de tener en cuenta una serie de circunstancias:

Conducir de forma preventiva con niebla

En caso de conducir con niebla, lo principal es encender las luces de cruce y las antinieblas. Así como adaptar la velocidad de circulación debido poca visibilidad, para asegurarnos de frenar a tiempo en caso de imprevistos.

Además, guíate de las marcas longitudinales de los extremos y el centro de la carretera. En caso de niebla intensa, enciende las “largas” para mejorar la visibilidad.

Trucos de seguridad para conducir con lluvia intensa

Si circulas por una carretera con acumulación de nieve, debes extremar las precauciones: reduce, en la medida de lo posible, el uso de cambio de marchas y utiliza marchas largas para evitar riesgo de pérdida de adherencia de los neumáticos.

Utiliza cadenas para aumentar la seguridad, evita hacer movimientos bruscos con el volante, aumenta la distancia de seguridad y modera la velocidad.

Cómo conducir con nieve o hielo de forma segura

Revisa siempre que los limpiaparabrisas de tu coche funcionen correctamente, y que el dibujo y la presión de los neumáticos estén en perfectas condiciones.

La lluvia disminuye la adherencia de los neumáticos sobre el asfalto y puede provocar aquaplaning, ante esta situación peligrosa, debemos levantar suavemente el pie del acelerador, agarrar fuertemente el volante y no pisar el freno.

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